Gavo Wan: Fortaleza Soledad

Relatos sobre mi (perdón, debo alimentar mi ego) Relatos sobre lo que ocurre en mi entorno Relatos sobre lo que sueño, sobre lo que quiero y lo que NO quiero Relatos varios pues "Life's too short"

martes, marzo 22, 2005

Fortaleza Soledad recuerda (1)

Viernes, 3 de Octubre de 1997
19:00 Hrs

Yo recuerdo esa fecha.

Tarde de inglés. Quiero alcanzar el sueño inglés, pensaba. Quiero vivir en Inglaterra. Para lo cual el inglés es primordial.

Meta: TOEFL con calificación de 550 o más.

Hoy viernes, el ánimo por ir es escaso. Prefiero no ir.

Pero tengo que ir. Algo en mi me empuja hacia el lugar de estudios. Algo me dice que tengo que ir. Es el anhelo de vivir el sueño inglés pensaba; cuando equivocado estaba.

En ese entonces el vigía me veía desde la Torre de Fortaleza Soledad pero aún no se manifestaba a plenitud. En ese entonces era solo el peregrino ajeno a los dominios de Fortaleza Soledad, no sabía aún que Fortaleza Soledad estaba en mi.

Llego con cierto desanimo a clases. Shoud I, Shoud you. Had I known it, I would have accept it better. Y demás frases.

20:20 Hrs.

El director aparece en la puerta y solicita que el teacher atienda. Todos bromeamos y hacemos mofa del teacher.

Fue entonces que sucedió.

El Teacher dijo: “Ok boys, listen up: Say Hello to Laura, a new student who will be with us from now on. OK, let’s work!”

El flechazo fue mortal.

Esos ojos me vieron y fue todo para mi. Murió y nació una parte de mi al mismo tiempo. El cabello rizado a los hombros, los ojos cafés casi color miel, la piel suave y blanca...

Fue como un viaje al pasado, al presente y al futuro al mismo momento. Una vorágine de emociones me cimbraron. La sensación de frío y calor al mismo tiempo. Un millar de palabras por decir y sin palabras a la vez. Todo fue tan rápido como un abrir y cerrar de ojos.

De alguna manera, algo me dijo que ese era el momento. Algo me dijo en ese momento que ese momento debía ocurrir tarde o temprano. No ayer, ni mañana; justo en ese día.

Tiempo después, platicando con ella, me dice que igual no quería ir. Que igual algo en ella le decía que para qué dejar para después lo que podía hacer ese mismo viernes.

Destino.

Desde ese día, que aún tengo presente, he comprendido muchas cosas. He comprendido que hubo un antes y un después. Que habrá muchos días como ese. Que habrá muchas miradas y risas y tristezas y alegrías por vivir. Y que mis deseos de vivir ese momento una y mil veces se cumplirán... tarde o temprano.

Gracias Laura, gracias por coincidir. Pero sobre todas las cosas, gracias por existir.

viernes, marzo 18, 2005

Accidente

Martes, 15 de marzo de 2005.

19:50

Col. Federal

Circulo por una calle evitando el tráfico de Hangares.

Comienzo a meter segunda.

Llego a una esquina.

De repente, un tsuru rojo impacta el frente de mi coche por el costado izquierdo.

Observo la cara del conductor del tsuru.

El observa la mía.

Se escucha un estruendo por el impacto y el rechinar de llantas sobre el pavimento.

Veo como el impacto lo impulsa hacia un Pointer estacionado sobre la acera.

Veo como mi cofre se dobla y el radiador comienza a soltar su liquido.

Veo como la acompañante del conductor del tsuru por poco golpea con su cabeza su ventana.

Freno mi coche.

Lo estaciono en la esquina.

Salgo de mi coche y corro al otro carro a preguntar por el estado de la acompañante del conductor del tsuru.

Se encuentra bien, afortunadamente.

El conductor del tsuru sale preguntándome si me encuentro bien.

Hago lo mismo con el.

Los vecinos salen de sus casas al escuchar el impacto.

Alarma en el ambiente.

Escucho voces por todos lados preguntando si nos encontramos bien, si es necesario llamar a alguna ambulancia.

No, no es necesario.

Veo rostros desconocidos que se acercan y me ven, y me preguntan si me encuentro bien.

Si, me encuentro bien.

19:54

¿Dónde está mi póliza de seguro?

19:56

Llamada al Seguro.

20:05

¿Qué fue lo que pasó?

20:15

La adrenalina baja.

Me encuentro tranquilo, aunque espantado. El impacto en mi auto se ve muy aparatoso. Me doy cuenta que estoy vivo.

Estoy vivo.

Recapacito sobre lo que acaba de ocurrir.

Sobre lo que me acaba de ocurrir.

Antes de las 19:50 estaba vivo.

20:37

Llega el ajustador del Seguro.

Me toman los datos. Llegan los otros ajustadores de Seguros. Intercambian información. Llegan varios familiares de la acompañante.

Estoy solo.

Todos me ven, como si yo fuese el responsable del accidente.

Veo sus rostros, y ellos ven el mío. Todos me juzgan sin siquiera preguntarme que pasó.

Y recapacito.

Si hubiese circulado a un poco mas de velocidad, el impacto lo hubiese recibido en mi puerta.

Si hubiese circulado a un poco más de velocidad, el impacto lo hubiese recibido yo.

Pero sigo vivo.

Que bueno que el hubiera no existe.

viernes, marzo 04, 2005

Yo no lo sé de cierto...

Yo no lo sé de cierto...

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre algún día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.

(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo).

Jaime Sabines