Gavo Wan: Fortaleza Soledad

Relatos sobre mi (perdón, debo alimentar mi ego) Relatos sobre lo que ocurre en mi entorno Relatos sobre lo que sueño, sobre lo que quiero y lo que NO quiero Relatos varios pues "Life's too short"

viernes, octubre 21, 2005

Back to the beginning... One more time


Es hora de cerrar ciclos.

Es hora de recordar este ciclo justo donde empezó. Ahí donde la historia marcó el camino de regreso al interior.

La emoción, el recuerdo y revivir todo con nuevos ojos se mezclan en el principio de Realidad, en este aquí y ahora.

Curso I de Semiología.
El conocimiento de uno mismo.
21,22 y 23 de Octubre, 2005.

Como hace años, pero con ojos nuevos (textual y literalmente), con un anhelo de plenitud de ser creciente (aunque en el fondo soy el mismo), me encuentro de nuevo, como nuevo, aquí en el Centro Médico Siglo XXI por órdenes del vigía, para renovar/recordar el conocimiento adquirido hace tiempo, que es todos los tiempos.

Desde la Torre de Control, el vigía me observa y yo a él. Sabemos ambos que hacemos lo correcto. Como lo hicimos hace tiempo y lo haremos hoy.

¡Saludos vigía! ¡Saludos Gustavo!

Gustavo Avilés
http://gaviles.blogspot.com
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lunes, octubre 03, 2005

¡Feliz Cumpleaños Maga!

Desde lo alto de Fortaleza Soledad, el vigía permanece alerta viendo como los vientos del Oriente soplan y provocan disturbios en las lejanas tierras cercanas al mar.

Estando ahí, el vigía observa el horizonte y recuerda.

Recuerda que hace algunos ciclos, de en medio de el bosque oscuro que se encuentra al sur de Fortaleza Soledad surgió un personaje poco común en los dominios del vigía.
Se dibujó una silueta en medio de los árboles de un personaje que usaba capa y gorro en pico. Usaba su báculo como bastón y lo acompañaba un pequeño gigante que lo seguía de cerca, como con miedo de perderse en medio de ese bosque.

Al acercarse a Fortaleza Soledad el mago levantó el báculo el cual se iluminó como faro en la oscuridad y pidió que se le permitiera pasar la noche debido a que su extenuante viaje hacia el Norte era (y lo es hasta la fecha) aún largo y requería descansar para retomar nuevos bríos y mostrar al vigía algunos viejos y nuevos (porque un mago nunca de aprender cosas viejas y nuevas) trucos de magia.

El vigía, mareado con toda la palabrería del mago ordenó a los arqueros destensar sus armas y le permitió el paso, sabiendo que de haber querido hacer daño con su báculo, lo hubiese hecho sin que las defensas de Fortaleza Soledad lo notaran.

El mago tan pronto se instaló en sus aposentos, comenzó una charla interminable con el Vigía contándole sobre trucos viejos, batallas con ratas gigantescas, diálogos con piedras testarudas y necias que se resistían a exponer el diamante interior, sobre otros magos con los cuales había viajado y aprendido nuevos trucos, sobre su sueño de levantar un castillo sobre un glaciar y llamarlo Phoenix para ahí depositar sus huesos cuando llegase la hora, etcétera, etcétera.

Para sorpresa del vigía, el mago al destaparse el rostro cubierto del sombrero, encontró que era una maga con muchos caminos recorridos, y que su pequeño gigante era su hijo. Ambos viajeros habían ya recorrido el camino en busca de una salida a los lejanos glaciares del Polo Norte, en donde la magia se puede conservar intacta gracias al intenso frío que en esos lugares reina.

Desde esa fecha la maga ha sido huésped honorario de Fortaleza Soledad ya que ayudó con toda su charla y afán de aprender y enseñar a que el Vigía aprendiera que hay muchas cosas más allá de las fronteras conocidas.

La maga prefiere que se le recuerde como el mago que iluminó un poco Fortaleza Soledad, ya que dentro de toda su palabrería lleva el mensaje de amistad intrincado en todo el sermón que puede dar.

Hoy es natalicio de la Maga, y como todos los años desde que salió del bosque del sur, el Vigía hace levantar los estandartes de Fortaleza Soledad lo más alto posible, para lograr que la Maga desde el glaciar Phoenix pueda verlos y darse cuenta que el Vigía no la olvida.

Ni lo hará.

Se ordena que el puente levadizo sea izado. Los habitantes de Fortaleza Soledad envían un saludo a la Maga.
Al igual que el vigía.


Fortaleza Soledad estable... y feliz.