Gavo Wan: Fortaleza Soledad

Relatos sobre mi (perdón, debo alimentar mi ego) Relatos sobre lo que ocurre en mi entorno Relatos sobre lo que sueño, sobre lo que quiero y lo que NO quiero Relatos varios pues "Life's too short"

martes, diciembre 14, 2004

Felicidades...

Hay una señora que hace ya algunos años comenzó su recorrido en este mundo.

Ella decidió desde otro Universo vivir su infancia en un pueblo perdido en la Sierra Mixteca de Puebla. Decidió igualmente vivir la pérdida de su padre siendo ella y sus hermanos aún muy pequeños. La vida cambió dramáticamente a partir de ese momento.

Vivir en medio de maizales, sembradíos de frijol y hacer el trabajo de campo no es lo mejor para la infancia de un niño. Aún así, ella aprendió a valorar lo poco que tuvo.

Esa enseñanza es la que ha transmitido desde hace mucho tiempo.

Con el paso del tiempo, el venir a vivir a la entonces Ciudad de las oportunidades, fue un cambio drástico en su forma de vida. Dejó a un lado las trenzas por peinados de salón; los huaraches por los zapatos de tacón; las enaguas por vestidos de "moda". Y también dejó a su mamá sola.

Cuenta la leyenda que estuvo en casa de Rodolfo Guzmán Huerta haciendo labores de limpieza y que conocía muy bien el rostro de ese señor; aquel que solía hacer películas en donde luchaba contra momias, mujeres vampiro y hombres lobo. Igualmente trabajo en otras casas donde los hijos siempre la trataron bien: "Joven Oti, esto; Joven Oti, aquello". Recuerda mucho que un joven, el mayor de todos, un Arquitecto de nombre Gustavo era el amor platónico que se calló por mucho tiempo.

Ya casada y con hijos, comprendió que debía hacer lo posible por dar a sus hijos lo que ella no tuvo y siempre quiso: estudios. A pesar de no terminar la primaria, aprendió lo mas importante para ella en esos tiempos: Sumar y restar su sueldo. Pero siempre ha tenido el anhelo de terminar la primaria, aunque diga que a estas alturas del partido ya es por demás.

Por eso el día que su hijo, el mayor, el que ha cumplido con "casi" todas sus expectativas, le entregó un título universitario (politécnico para ser exactos) sintió que había cumplido su misión. Y como en otras ocasiones, las lágrimas de felicidad inundaron sus ojos.

Ayer fue cumpleaños de dicha SEÑORA.

Dicha señora es la via por la cual yo ahora convivo con ustedes en este mundo, en este aqui y ahora.

Felicidades mamá.

Gracias por todo lo que eres. Gracias por todo lo que representas.

Pero sobre todo, ¡¡¡Gracias por existir!!!.